¿Una verdura nueva en casa? Cómo enseñar a los niños a comer saludable.

Jun 15, 2018

En cuestión de sabores, cada paladar es un mundo y que mejor ejemplo que el brócoli. Hay quienes opinan que es amargo mientras que a otros les encanta crudo en las ensaladas y otros más no quieren ni probarlo por su textura áspera y extraña forma de bonsái. Muchas de estas preferencias se desarrollan desde la infancia. 

“Si de niño no te gusta comer el brócoli o las verduras, de adulto te será más difícil cambiar los hábitos alimenticios,” señala Marlyn Pulido, educadora de nutrición de Extensión Cooperativa de la Universidad de California en Indio. 

Cuando se trata de comer el sabor domina, quedando rezagada si no es que, olvidada, la importancia de la nutrición. 

English Summary: 

A powerful reason to consume fruits and vegetables all year round, whether fresh, canned, frozen or juice, is because they provide vitamins, minerals and nutrients necessary to prevent disease and enjoy good health. UC ANR nutrition educator describes the steps that parents must follow to teach their children to eat healthy.

De ahí que es crucial que los padres enseñen a sus hijos desde temprana edad a comer una variedad de frutas y verduras porque contienen muchas vitaminas indispensables para el aprendizaje y la buena salud.  

Extensión Cooperativa de la Universidad de California ofrece a familias de bajos recursos, talleres gratuitos en 40 condados, en donde educadores de nutrición, imparten lecciones prácticas, en inglés y español, sobre cómo enseñar a los niños hábitos alimenticios saludables, cómo comprar y preparar alimentos nutritivos y cómo hacer rendir su dinero.  

Una alimentación saludable contiene: frutas, verduras, proteína, granos y lácteos, Según indica MiPlato, la gráfica de la Guía de Alimentación para los estadounidenses y las porciones, también cuentan porque la mitad del plato deben ser verduras y frutas, y entre más colores mejor ya que cada color es un tipo de vitamina. 

Haga "clic" aquí para leer el guión.

Por ejemplo, los rojos como lo tomates, pimientos, manzanas y fresas contienen antioxidantes como el lycopene que protege contra algunos tipos de cáncer, y fomenta la salud del corazón, vista y sistema inmunológico. Los verdes como espinacas, lechuga, chayote, apio y más, son ricos en fibra, calcio, folato y vitamina C.

Sin embargo, probar algo nuevo es difícil, sobre todo para los niños y hay niños que inician la vida escolar sin una dieta saludable y sin conocer la rica variedad frutas y verduras que hay en el mercado.

“Especialmente, con los niños en preescolar a veces ni han visto el brócoli o nunca lo han probado, o cuando los niños son remilgosos o quisquillosos, muchas veces los padres me dicen a mi niño no le gusta nada,” indica Pulido.  

Recursos adicionales:

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Coma más frutas y verduras

La recomendación es enseñar a los niños a comer todo tipo de frutas y verduras tan pronto terminan la lactancia y empiezan con los alimentos sólidos.  Aún más, los padres deben enseñar con el ejemplo, comiendo ellos mismos una variedad de alimentos.  

“Cuando el niño está chiquito, no se trata de decirle ‘debes comer esto para estar saludable’ sino que usted como padre, su tarea es tener las opciones saludables, porque si en la casa no hay frutas y verduras no se van a acostumbrar a comerlas,” sostiene Pulido.  

“No se desanime” 

A sus clases de nutrición con niños de edad prescolar, Pulido lleva diferentes tipos de frutas y verduras para que ellos conozcan variedad, vean las diferentes formas de los alimentos, los toquen y puedan percibir sus texturas y aromas. Una de las actividades didácticas consiste en hacer que los niños jueguen a colocar en su plato verduras con todos los colores del arco iris. 

Los niños se divierten y al mismo tiempo aprenden que cada color contiene vitaminas y minerales diferentes.  En tanto que en las clases de adultos, se sugiere a los padres ser pacientes y no desanimarse cuando empiecen a ofrecer al niño un alimento nuevo.

La investigación indica que se necesita probar varias veces un alimento, entre 15 o 20 ocasiones, antes de aceptarlo.

“A lo mejor no le va a gustar la primera vez que lo pruebe, o a lo mejor le gustan las zanahorias sin cocinar, o sea hay que buscar diferentes modos de cocinar el alimento y presentarlo hasta que le guste, “ señala Pulido y concluye “Padres no se rindan, si tienes niños chiquitos o niños grandes a cualquier edad se pueden cambiar los hábitos.”


By Norma De la Vega
Author - Broadcast Communications Specialist III