RIVERSIDE-(UC)--Hoy
día, en un mundo dominado por la ciencia, tecnología, comunicación global y
diseminación instantánea de información, hay un marcado aumento en la demanda
por empleos que requieren mejor capacitación y conocimientos.
Mary V. Price y Richard A. Cardullo, profesores en la facultad de
biología de la Universidad de California en Riverside, apuntan que la ciencia,
tecnología y materias afines forman parte integral de los trabajos actuales y
advierten que es preocupante el desempeño de estudiantes norteamericanos en
estas disciplinas, consistentemente menor que el promedio en otros países
industrializados. Proponen que la UC y demás universidades y colegios de
estudios superiores se esfuercen en mejorar la preparación de maestros y
estudiantes en todos los niveles escolares, así como la capacidad de liderazgo
de sus directores.
Análisis recientes de la Evaluación Nacional de Progreso Educativo,
conocida popularmente como la "libreta nacional de calificaciones", muestran que
los estudiantes estadounidenses generalmente tienen un desempeño deficiente en
pruebas que requieren razonamiento complejo, deducción y la habilidad de
transferir información de un tipo de problema a otro. Concluyen que les faltan
conocimientos y habilidades esenciales para poder conseguir empleos que proveen
salarios adecuados para satisfacer sus necesidades, así como para poder ejercer
bien sus derechos y responsabilidades como ciudadanos y contribuir a la
competitividad económica de su estado y país.
Este problema es peor en California, anteriormente reconocido como el
estado con el mejor sistema de educación pública en la nación. Actualmente, el
rendimiento escolar desde el kindergarten hasta el último año de preparatoria
está por debajo de casi todos los otros estados de la Unión, a excepción de
Hawaii y Mississippi; la situación es peor en zonas
agrícolas.
Tradicionalmente, la preparación de maestros en California ha
correspondido al sistema de
universidades estatales, el cual capacita actualmente al 62% de los
maestros. Por otra parte, los planteles de la Universidad de California preparan
a sólo un 4% del total de maestros, en su mayoría para enseñar a nivel
universitario o de posgrado. Price y Cardullo opinan que el papel apropiado
"para una institución del calibre de la UC sería establecer el estándar para el
estado al capacitar los mejores maestros". Consideran que el logro de esta meta
depende de mejoras al currículum universitario para que los futuros maestros
tomen cursos que requieran de investigación, análisis y descubrimiento, además
de tomar los tradicionales cursos sobre teoría y práctica
pedagógica.
Las consecuencias económicas y sociales para California al tener una
fuerza laboral mal preparada podrían ser funestas. Para tratar de aliviar esta
situación, los citados profesores han participado en comités para reformar
planes de estudios y en actividades de apoyo a escuelas de la zona. El apoyo
logrado por parte de miembros de las facultades de ciencias, matemáticas y
métodos refleja la promesa que ha hecho el Presidente de la UC, Richard
Atkinson, de aumentar el número de estudiantes provenientes de grupos
minoritarios que ingresen a la universidad, de duplicar el número de maestros
que se gradúen anualmente de programas de la UC - 2,500 en los próximos años- y
de ayudar a que las escuelas hagan mayor uso de nuevas tecnologías pedagógicas,
entrenamiento y apoyo a los maestros. La UC además ha establecido un nuevo
Instituto de Liderazgo de Directores Escolares.
Price y Cardullo afirman que los cambios considerados necesarios al
nivel escolar preuniversitario son también requeridos dentro de la misma
Universidad de California, si es que ésta se propone lograr mejorar la calidad
del sistema educativo en el estado. "La UC, por lo tanto, tiene que reformar su
propio currículum".
Opinan los académicos que estas reformas deben fomentar habilidades
de lenguaje y comunicación, razonamiento cuantitativo, aplicación de
conocimientos en diversas áreas e incluir un núcleo de información objetiva
sobre ciencias y tecnología. Para quienes piensen proseguir carreras científicas
y tecnológicas, los nuevos estudios deben exigir trabajo de laboratorio o
estudios de campo, así como cursos donde se enfatice más la resolución de
problemas y aspectos interdisciplinarios. Debe haber también más programas de
internado para exponer a futuros profesionales a problemas de la vida real, que
ofrezcan una perspectiva más amplia de la que se obtiene en una sola disciplina.
Citan como ejemplo de actividades multifacéticas la agricultura, biología humana
y estudios sobre el medio ambiente y su conservación. Por último, apuntan a la
necesidad de hacer algo para mejorar el deficiente nivel académico con el que
llegan a la UC muchos estudiantes al terminar la preparatoria.
La Universidad de California en Riverside ha propuesto ya reformas de
este tipo, inclusive el promover el alfabetismo científico en todo curso,
destinado o no para estudiantes en áreas tecnológicas y científicas, así como
animar a un grupo de profesores interesados a desarrollar un currículum
interdisciplinario que, de resultar exitoso, pudiese ampliarse para cubrir todas
las materias de estudio no científicas.
Price y Cardullo opinan que será necesario establecer nuevas
estructuras administrativas para el diseño de estudios interdisciplinarios que
integren profesores de ciencias, tecnología y educación; precisan que, solamente con un liderazgo
firme y determinado por parte de los administradores de la UC, y el destinar más
recursos a la educación universitaria, se podrán alcanzar estas importantes
metas para mejorar la educación en el estado.