¿Regar o no regar? Experto de UCCE presenta opciones para aumentar el suministro de agua

Debido a la escasez de agua, a principios del año, las autoridades del sur de California declararon una emergencia y restricciones obligatorias. Se ordenó limitar el uso del agua a solo una vez por semana en el exterior. Aunque en cada región las restricciones varían, Amir Haghverdi, especialista y profesor asociado en gestión del agua agrícola y urbana de Extensión Cooperativa de UC Riverside, está investigando para determinar estrategias de riego que ayuden a las comunidades a reducir la demanda de agua y aumentar el suministro.

Haghverdi y su equipo responden a condiciones más calientes y secas en California investigando para identificar los cambios que pueden marcar una diferencia sustancial en el ahorro de agua.

Aunque los cambios prácticos como prevenir fugas y cerrar el grifo mientras se cepillan los dientes pueden ayudar, la investigación de Haghverdi se enfoca en cambios metódicos como acentuar los espacios verdes, plantar especies de plantas tolerantes a las sequías, usar fuentes de agua no tradicionales e invertir en tecnología para tener un mejor control del uso de agua.

Poner a prueba los límites del césped

Durante seis años, Haghverdi y su equipo han estado ejecutando pruebas de estrés para identificar el porcentaje más bajo de la tasa de evapotranspiración (ETo, por sus siglas en inglés) que pueden tolerar y seguir sobreviviendo. Esto consiste en aplicar diferentes porcentajes de ETo, que obtienen de estaciones metereológicas y supervisan el desempeño de cada especie en cada área verde, durante un tiempo.

Aunque tanto las especies de la temporada fría como de temporada cálida pueden tolerar estrés y seguir manteniendo su valor estético por semanas o meses, los resultados de Haghverdi mostraron que las especies de césped de temporada cálida requieren menos agua y pueden tolerar mejor el estrés por la falta de agua.

El lapso de tiempo cuando se puede usar menos agua depende del tipo de césped, las condiciones climáticas y el nivel de estrés. Por ejemplo, los resultados mostraron que un césped Bermuda híbrido (de temporada cálida) durante el verano en el inland, área fuera de la costa, del sur de California puede mantener su valor estético por encima de un periodo mínimo de 30 a 50 días, dependiendo de las condiciones climáticas, con un nivel de riego tan bajo como del 40 por ciento ETo.

En contraste, el festuca alto, un césped de temporada fría, aun con un nivel de 20 por ciento más de agua, mostró señales de estrés a tan solo pocas semanas y no pudo mantener un mínimo de calidad aceptable.

Plantar especies tolerantes a la sequía

El trabajo de Haghverdi demuestra que cuando el objetivo es la conservación de agua, las especies alternativas de cubiertas vegetales son claramente superiores a todas las especies de césped y cultivares que se han puesto a prueba hasta ahora. De hecho, su equipo ha identificado especies tolerantes a las sequías que pueden mantener su valor estético con una tercera o cuarta parte menos de agua que el césped de temporada fría (tan bajo como un 20 por ciento de ETo) y que incluso pueden soportar periodos sin riego.

Además, pruebas extensivas de campo mostraron que nuevas especies de plantas de diferentes regiones pueden ser tan adaptables como las especies nativas y soportar sequías y estrés por calor y mantener su belleza estética y un dosel fresco. Ocasionalmente, han superado a las especies nativas, resaltando las ventajas de las especies no nativas que toleran las sequías y el calor.

  • En base a los resultados preliminares de Haghverdi, las especies con mejor rendimiento, que requieren menos riego en el inland del sur de California, fueron la salicaria rastrera australiana, una especie no nativa originaria de Australia y el arbusto coyote, nativa de California. Además, considerando los beneficios de enfriamiento, la tolerancia a las sequías y la sensibilidad a un exceso de riego, la salicaria rastrera australiana, fue la mejor.

Algunos condados ya utilizan agua reciclada

A pesar de que Haghverti recomienda renovar los paisajes con plantas tolerantes a la sequía o que requieran poca agua y que se identifique por cuánto tiempo las zonas verdes pueden vivir sin agua, el experto reconoce que, aunque contradictorio, los efectos de enfriamiento del riego de un paisaje son esenciales para el sur de California.

“Este es uno los tradeoffs, ventajas y desventajas de la conservación del agua”, mencionó Haghverdi. “Si el único objetivo es conservar agua, posiblemente la gente llegará a la conclusión de que no tenemos agua suficiente para regar las áreas verdes”.

Los esfuerzos para conservar agua pueden influir en los condados para que detengan o reduzcan el riego de paisajes. Sin embargo, eso también podría resultar en temperaturas más altas debido al efecto isla de calor. La pérdida de las áreas verdes significa que el suelo absorberá la energía del sol en lugar de que se produzca la transpiración en las plantas que ayuda a mantener temperaturas más frescas.    

Por lo tanto, estresar los espacios verdes, aplicando menos agua, e invertir en especies de plantas tolerantes a las sequías son dos medidas que ayudan a reducir la demanda de agua, pero además, es crucial incrementar el suministro de agua. Haghverdi urge a los condados del sur de California a dar prioridad al suministro de agua suplementaria como es caso del agua reciclada, un enfoque que ya se está implementando en los condados de Ventura, Orange y San Diego.

El objetivo del Programa de Agua Pura del Sur de California del Distrito Metropolitano de Agua del Sur de California, conocido también como Programa Regional de Agua Reciclada, es precisamente eso. En colaboración con los Distritos de Saneamiento del Condado de Los Ángeles, el programa depurará aún más las aguas residuales para producir una fuente sustentable de agua de alta calidad para la región.

De acuerdo con el sitio web del programa, esto “produciría” hasta 150 millones de galones de agua al día cuando esté terminado y proporcionaría agua purificada hasta para 15 millones de personas, convirtiéndolo en uno de los programas más grandes de reutilización de agua”.

Los controladores inteligentes ahorran tiempo, dinero y agua

Utilizar de la mejor manera posible el agua disponible depende de la eficiencia. Por ejemplo, los aspersores que están mal instalados, no son tan efectivos como deberían serlo.

“Lo que veo con frecuencia, mientras paseo a mi perro por el barrio, es mucha escorrentía, un mal riego, en el momento inapropiado, por ejemplo, como cuando hace viento”, observó Haghverdi. “La gente suele programar el sistema de riego y luego se les olvida, no lo ajustan de acuerdo con la temporada o los parámetros del clima. Eso no nos va a ayudar a conservar agua, un recurso precioso en California”.

Afortunadamente, Haghverdi y su equipo han hecho mucha investigación sobre los controles de riego inteligentes, que, en pocas palabras, son programadores de riego con un sensor integrado. Generalmente, hay dos tipos de programadores de riego inteligentes: en base al clima y al suelo.

Los programadores en base al clima usan datos de evapotranspiración para ajustar, automáticamente, el programa de riego a las condiciones meteorológicas locales. Los programadores en base al suelo miden la humedad en la zona de las raíces y comienza a regar cuando la lectura cae por debajo del nivel programado.

Los programadores inteligentes que tienen medidor de flujo pueden detectar fugas y activarse automáticamente, mientras que los sensores de flujo pueden detener el riego cuando llueve. Aunque ambas adiciones son ideales para el riego en áreas verdes extensas como son parques y espacios verdes públicos, los sensores de lluvia son fáciles de instalar y también son eficaces para zonas residenciales.

Cuando se le preguntó sobre si el costo era un obstáculo, Haghverdi respondió “no mucha gente sabe que hay subsidios para adquirir los programadores inteligentes, incluso en algunos casos la ayuda financiera cubre el costo total o la mayor parte de este”.

Para verificar si hay subsidios disponibles en su área, se invita a las personas interesadas a ponerse en contacto con su distrito local de agua.

“Tenemos que avanzar hacia [estrategias] con el riego autónomo e inteligente, y la conservación del agua en áreas urbanas. ¡Es el futuro! Si podemos construir autos autónomos, ¿por qué no podemos construir sistemas de conservación del agua inteligentes que apliquen la cantidad de agua correcta para cada especie de planta, que puedan detectar fugas y evitar el desperdicio de agua?”, afirma Haghverdi.

Para conocer más o mantenerse actualizado sobre la investigación de Haghverdi, visite www.ucrwater.com.  

Adaptado al español por Leticia Irigoyen del artículo en inglés

Editado para su publicación por Norma De la Vega


By Saoimanu Sope
Author